Zachary Taylor

Ya sea inspirando a más personas o siendo parte de la actuación. Zachary Taylor es uno de esos sujetos cuya vida, en verdad, merece nuestro interés por el grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Zachary Taylor es conocer más sobre una época concreta de la historia del ser humano.

Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la relevancia que detentó Zachary Taylor en la historia. La manera en que vivió y aquello que hizo durante el tiempo que estuvo en este mundo fue determinante no sólo para aquellas personas que trataron a Zachary Taylor, sino que quizá produjo una huella mucho más insondable de lo que podamossospechar en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Zachary Taylor de forma personal.Zachary Taylor ha sido un ser humano que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Apreciar lo bueno y lo malo de las personas relevantes como Zachary Taylor, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa básica para que podamos apreciar no sólo la existencia de Zachary Taylor, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Zachary Taylor, personas a quienes de un modo u otro Zachary Taylor influenció, y por supuesto, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Zachary Taylor.

Vida y Biografía de Zachary Taylor

(Montebello, Estados Unidos, 1784 - Washington, 1850) Político y militar estadounidense cuyos éxitos en distintas campañas contra los indios y en la guerra contra México allanaron su sendero hacia la Casa Blanca. Elegido 12º presidente de los Estados Unidos de América (1849-1850), su inexperiencia política agudizó el enfrentamiento entre esclavistas y abolicionistas.

Tercer hijo del coronel Richard Taylor, quien se había distinguido por sus acciones a lo largo de la Guerra de la Independencia, el joven Taylor pasó su niñez y adolescencia en los salvajes y despoblados territorios de Kentucky, situación que proporcionó a su carácter alguna huella de hombre del Oeste que después sabría explotar para llegar como mucho prominente del estamento militar y político de su país.

En 1808 ingresó en el ejército regular como teniente de infantería. Sus primeros años como soldado los pasó en la frontera, peleando sin reposo contra las varias tribus indias que se resistían a someterse al gobierno estadounidense. Con el estallido en 1812 de la Guerra Anglo-estadounidense sirvió bajo el mando del comandante en jefe de las tropas del nordoeste, el general William Henry Harrison, que sería presidente en 1841. Gracias a su heroica defensa del Fuerte Harrison, Taylor fue alto al nivel de mayor.

El nuevo presidente del país, Andrew Jackson (1828-1837), lo ascendió a coronel, y pasó cierto tiempo sirviendo en distintos puestos fronterizos del Territorio del Noroeste y de Louisiana. En 1832, Taylor volvió a poner énfasis en la guerra contra el jefe indio de la tribu sauk Halcón Negro (Black Hawk); merced a ello, el gobierno de los Estados Unidos ha podido supervisar los territorios del presente estado de Wisconsin. En 1838, Taylor fue ascendido a general de brigada; como tal participó en la Segunda Guerra Semínola (1835-1842), donde consiguió una definitiva victoria sobre los rebeldes indios de La Florida en la Batalla de Lago Okeechobee (1837). Tras este triunfo le fue confiado el mando del resto de la campaña militar en La Florida y de todas y cada una de las tropas del Sudoeste, emplazadas en Fuerte Smith, en el estado de Arkansas.

La Guerra Mexicano-estadounidense (1846-1848)

Tras la anexión de Texas a la Unión en 1845, el presidente James Knox Polk (1845-1849) ordenó a Taylor concentrar un elevado número de tropas (mucho más de 4 mil hombres) en la frontera sudoccidental, en concreto en la ciudad de Corpus Christi, con el único propósito de ocasionar un enfrentamiento que dejara a los Estados Unidos declarar la guerra a México y poder anexionarse no solo Texas, sino más bien asimismo los territorios de California y Nuevo México. Taylor, empujado por las presiones de los colonos fronterizos, penetró por su cuenta en una franja de territorio ubicado entre el río Nueces y Río Grande, en territorio mexicano, y derrotó con sencillez a los 2 contingentes de tropas mexicanas que le salieron al paso: el primero fue vencido en la Batalla de Palo Alto, el 8 de mayo de 1846, y el segundo en la Batalla de La Palma, al día después.

El presidente Polk usó los dos encontronazos como motivo para declarar la guerra al gobierno mexicano de Antonio López de Santa Anna y también comenzar la Guerra Mexicano-estadounidense. Nada mucho más declararse la guerra de manera oficial, Zachary Taylor se dirigió a Monterrey, localidad que cayó enseguida (el 23 de septiembre de 1846) pese a estar protegida por un número de tropas considerablemente mayor del que disponía Taylor.

Desacatando las órdenes del presidente de transladar sus mejores tropas a las entidades del general Winfield Scott, en el mes de febrero de 1847 Taylor decidió seguir hasta la ciudad mexicana de Buena Vista con el propósito de confrontar a las tropas del general Santa Anna, quien se dirigía a marchas forzadas a su acercamiento. Taylor asestó el golpe definitivo a las cansadas y maltrechas tropas mexicanas el 23 de febrero de 1847, en la Batalla de Buena Vista, donde Santa Anna se dio a la fuga tras ver con su propios ojos de qué manera sus tropas eran verdaderamente masacradas por las de Taylor.

A consecuencia de este triunfo y de las victorias siguientes del general Winfield Scott, México no tuvo mucho más antídoto que firmar el Tratado de Guadalupe Hidalgo el 2 de febrero de 1848, por el que admitía la cesión a los Estados Unidos de California y Nuevo México (prácticamente la mitad de su territorio nacional), aparte de admitir la frontera de Río Grande para Texas. Por su parte, Estados Unidos se comprometió abonar quince millones de dólares estadounidenses por los territorios cedidos y a asumir las reclamaciones de los ciudadanos estadounidenses contra México de unos tres millones de dólares estadounidenses.

Con la guerra resuelta, el general Taylor se retiró del ejército para hacerse cargo de su plantación de tabaco, sostenida con el trabajo de un elevado número de esclavos. Pero gracias a las manifiestas diferencias que sostenía con el presidente demócrata Polk y a sus simpatías por el Partido Whig, los líderes de este último barajaron la oportunidad de postular a Taylor como candidato presidencial, más allá de que este se declaraba sin dependencia, tenía esclavos en su plantación y carecía de la mucho más mínima experiencia política para llevar el timón del país, y menos en una temporada con inconvenientes tan apremiantes como la cuestión esclavista, tema que controlaba prácticamente completamente los mentideros políticos de Washington y de los estados.

En la presidencia (1849-1850)

Elegido candidato por el Partido Whig en la Convención Anual de Filadelfia en menoscabo de los 2 pesos pesados del partido, Henry Clay y John Calhoun, Zachary Taylor supo aprovecharse de su condición de héroe de guerra para vencer al candidato demócrata Lewis Cass por 163 votos a 127 en las selecciones festejadas a fines de 1848. El tercer partido en discordia, el Partido del Suelo Libre, dirigido por el ex--presidente Martin van Buren (1837-1841), solamente alcanzó el 9% de los votos, los justos para contar con en el Congreso de diez miembros del congreso de los diputados y también influir en los equilibrios del poder.

Nada mucho más prometer su cargo, Taylor debió confrontar al espinoso tema de resolver el estatuto jurídico y político de los territorios comprados tras la guerra con México. La disputa sobre la esclavitud se había ampliado hasta extremos surrealistas, conminando aun con la secesión entre los estados del Sur y los del Norte. Además, el inconveniente de proveer un gobierno civil para los nuevos territorios se transformó en una cuestión prioritaria gracias a la fiebre del oro que se desató tras descubrirse en el valle californiano de Sacramento ricos filones del apreciado metal, lo que causó que, a fines de 1849, California alcanzase una población de sobra de cien.000 ánimas.

Taylor, llevado por su poca experiencia política y por su inclinación a facilitar los inconvenientes complejos que le brotaban, procuró eludir un combate en el Congreso apoyando a California y Nuevo México a dotarse de una constitución y a pedir la admisión instantánea como estados en la Unión, eludiendo de este modo dicho trabajo a un Congreso convulso y dividido por las polémicas abolicionistas. Los californianos esbozaron y presentaron al Congreso, en el mes de octubre de 1849, un boceto de constitución en el que se prohibía la esclavitud. Una vez ratificada en el tercer mes del año de 1850, pidieron su admisión como estado de la Unión. Pocos meses después, Nuevo México prosiguió los mismo trámites que la vecina California.

Las peticiones consiguieron poco acompañamiento y solo sirvieron para excitar todavía mucho más a los estados esclavistas del Sur, quienes veían en la admisión de California y Nuevo México una amenaza para la estabilidad regional del Senado. Con la Unión precisamente en riesgo, el venerable Henry Clay, de vuelta al Senado tras una sepa de siete años, aceptó sobre su persona la labor de reconstruir un deber, teniendo en cuenta, en contraste al presidente Taylor, que solo una fórmula extensa que abarcara todos y cada uno de los temas y diferencias en disputa entre el Norte y el Sur podía tener alguna garantía de éxito.

El 29 de enero de 1850, Henry Clay presentó en el Senado un grupo de resoluciones popular como el Compromiso de 1850, que planteaba, entre otras muchas cosas, la admisión de California como estado libre; que Texas abandonara sus metas territoriales sobre Nuevo México; que se aboliera el tráfico de esclavos en el Distrito de Columbia; que se aprobara una exclusiva ley mucho más eficaz y estricta sobre los esclavos fugitivos; que los territorios comprados a costa de México se organizasen sin imponer una posición sobre la esclavitud, o sea, admitiendo adoptar una u otra predisposición libremente; y, finalmente, que el Congreso se declarara a sí mismo sin poder para entorpecer en el tráfico de esclavos interestatal en los estados donde ahora tenga existencia la esclavitud.

Estas resoluciones brindaron pie a un largo y agrio enfrentamiento de sobra de siete meses en el Congreso que convulsionó a todos y cada uno de los campos sociales del país y anuló la acción del gobierno de Taylor. Durante las sesiones del Senado, las proposiciones de Clay fueron atacadas por los dos bandos, el esclavista y el abolicionista, que defendían sus intereses de tipo político y económicos. Ello propició que Taylor se aferrara obstinadamente a su plan, continuando en oposición a todo principio de deber. Henry Clay abandonó Washington a fines de junio, desanimado y con la salud muy estropeada, desaparecidas supuestamente todas y cada una de las opciones de sacar adelante su iniciativa.

En medio de semejante polémica y con la irritación de sus incondicionales whigs del Sur, el 9 de julio murió de repente Zachary Taylor. Su muerte suprimió el obstáculo primordial para la aprobación de las medidas del Compromiso de 1850. A Zachary Taylor le sucedió en el cargo su vicepresidente, Millard Fillmore (1850-1853), completamente en pos de los proyectos de conciliación de Clay. Fillmore usó todo el peso del gobierno para aprobar el archivo y vencer las renuencias del Norte. California fue aceptada como estado no esclavista y el resto de las compras fueron organizadas en 2 territorios, Nuevo México y Utah, que terminarían siendo aceptados como estados con esclavitud o sin ella, según lo determinaran en su instante sus respectivas constituciones.

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Obviamente descubrir en lo más recóndito a Zachary Taylor es algo que está reservado a un grupo limitado de personas, y que tratar de reconstruir la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Zachary Taylor es una suerte de enigmaque a lo mejor logremos rehacer si colaboramos todos juntos.

Debido a esto, si eres de esas personas que creen en que de forma colaborativa se puede hacer algo mejor, y tienes información con respecto a la existencia de Zachary Taylor, o acerca de algún elemento de su figura u creación que no se contemple en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.

Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son decididamente importantes, ya que destacan la singularidad, y en el tema de la vida de alguien como Zachary Taylor, que tuvo su significación en una época concreta, es imprescindible procurar brindar un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.

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