Ya sea inspirando a más personas o siendo parte de la actuación. Renata Tebaldi es uno de esos sujetos cuya vida, sin duda alguna, merece nuestro interés por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Renata Tebaldi es conocer más sobre periodo preciso de la historia del género humano.
Las biografías y las vidas de personas que, como Renata Tebaldi, atraen nuestra atención, deben valernos en todo momento como punto de referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Renata Tebaldi, porqué Renata Tebaldi vivió de la forma en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo durante su vida, es algo que nos impulsará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que avanza, de forma inexorable, la historia.
Vida y Biografía de Renata Tebaldi
(Pesaro, 1922 - San Marino, 2004) Soprano italiana. Realizó sus estudios musicales en los conservatorios de las ciudades de Parma y Pesaro, con profesores como Carmen Melis, Giuseppe Pais, Brancucci y Campogalliani. Su debut sucedió con la interpretación del personaje de Elena en una representación de la ópera Mefistofele, del compositor Arrigo Boito, en el año 1944.
Un par de años después, en 1946, fue la única artista joven que eligió el respetado directivo de orquesta Arturo Toscanini para cantar las Cuatro Piezas Sacras de Verdi adjuntado con un conjunto de vocalistas veteranos. Precisamente un comentario de este directivo a lo largo de los ensayos, en el momento en que, mencionando a la situación elevada que ocupaba la joven artista al lado del órgano de la salón, se refirió a ella como "La voce d´angelo" (La voz de un ángel), marcó el origen de una carrera que se encontraba destinada a ser la más esencial de su temporada, adjuntado con la de otra inusual soprano: Maria Callas.
A pesar de la iniciativa, tan popularizada, de que Renata Tebaldi se limitó a cantar individuos operísticos mil ocasiones interpretados, al paso que a Maria Callas le correspondía el mérito de recobrar papeles y óperas que yacían en el olvido, resucitándolas con una pasión insólita, la verdad es que asimismo Renata Tebaldi incorporó a su repertorio óperas poco representadas en su temporada, entre aquéllas que están ciertas de Gioachino Rossini, de Gaspare Luigi Spontini o exactamente la misma Giulio Cesare, de Georg Friedrich Händel, que se representa en la actualidad.
Entre los papeles que Renata Tebaldi cantó con mucho más éxito aparecen los de Aida, la personaje principal de la ópera del mismo título compuesta por Verdi, tal como los de Tosca, de Giacomo Puccini, o el de la Condesa de la ópera Las bodas de Fígaro, de Mozart. Ya en los años sesenta, la soprano decidió emprender otros papeles líricos poco representados, como el de Minnie, de la ópera La fanciulla del West, compuesta por Giacomo Puccini, tal como el de Adriana Lecouvreur, personaje principal de la ópera del mismo nombre del compositor Francesco Cilea. Pero el repertorio en el que la artista desarrolló su aptitud expresiva es el de las canzone italianas del articulo-verismo, cuyos matices y color supo capturar de una forma privilegiada merced a su origen italiano.
A pesar de que Renata Tebaldi se negó repetidamente a ingresar en polémicas a propósito de la rivalidad que todos le atribuían con Maria Callas, esta negativa no fue bastante para diluir los comentarios a propósito de la presunta rivalidad entre estas 2 sopranos, de esta forma para persuadir a su supuesta contrincante de su nulo interés en detallar una pelea que, cuando menos desde un criterio personal, no favorecía absolutamente nadie.
Pero los intereses conformados cerca del género de la ópera brindaron rincón a que los directivos de los teatros de la temporada fomentaran un enfrentamiento entre ámbas artistas que mucho más atención despertaban en su temporada, ocasionando una expectación que, desde un criterio rigurosamente comercial, los favorecía a ellos. Esta posición fue seguida, prácticamente instantaneamente, por distintos críticos, siempre y en todo momento ávidos de noticias, tal como por parte importante del público aficionado al género operístico. Tanto los críticos como el público se apuraron a tomar parte por una o por otra artista.
El origen de la polémica semeja haber tenido sitio en el año 1951, en el momento en que Renata Tebaldi fue llamada para substituir a una soprano que debía haber interpretado el papel de Tosca en una representación en el teatro de Río de Janeiro. A pesar de que esta creyó en todo instante que la artista cuyo sitio se encontraba ocupando era Elisabetta Barbato, se trataba de todos modos de Maria Callas, que previamente había efectuado una interpretación que los gerentes del teatro consideraron bajo el nivel requerido.
El hecho de verse reemplazada por Renata Tebaldi debió despertar las iras de la vulnerable soprano griega, que desde entonces, incitada además de esto por su leal público, se refirió siempre y en todo momento a ella con una agresividad y un desprecio que Renata Tebaldi, a evaluar por los comentarios que pasaron a la posteridad, intentó siempre y en todo momento evitar de la forma mucho más muy elegante viable. En cualquier situación, el público y la crítica italiana se ubicaron a la vera de María Callas prácticamente con concordancia, destacando la increíble fuerza expresiva de esta artista como opuesta al rigor técnico de Renata Tebaldi, un rigor que, no obstante, sí fue apreciado por otros públicos que preferían, frente todo, la contención expresiva (que no falta de expresividad) y la distinción escénica que siempre y en todo momento acompañaron a la soprano italiana durante los prácticamente treinta años que duró su trayectoria sobre los niveles.
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Por eso, si eres de aquellos que creen en que colaborando se puede elaborar algo mejor, y tienes información con respecto a la existencia de Renata Tebaldi, o con respecto a algún pormenor de su figura u obra que no se contemple en esta biografía, te solicitamos que nos lo hagas llegar.
Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son siempre imprescindibles, ya que marcan la diferencia, y en el tema de la vida de un ser como Renata Tebaldi, que tuvo su importancia en un momento histórico concreto, es imprescindible tratar de mostrar un panorama de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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