La historia de la civilización la narran aquellos hombres y mujeres queen el transcurrir de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han ocasionado queel mundo, de un modo u otro,progrese.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la trascendencia que detentó Peter Ustinov en la historia. El modo en que vivió y lo que hizo durante el tiempo que estuvo en este mundo fue decisivo no sólo para quienes trataron a Peter Ustinov, sino que posiblemente legó una señal mucho más profunda de lo que podamossospechar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Peter Ustinov de modo personal.Peter Ustinov fue una persona que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Las biografías y las vidas de personas que, como Peter Ustinov, seducen nuestra atención, tienen que servirnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para ofrecer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Intentar entender la biografía de Peter Ustinov, el motivo por el cual Peter Ustinov vivió de la forma en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos impulsará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que se mueve, de forma implacable, la historia.
Vida y Biografía de Peter Ustinov
(Londres, 1921 - Bursins, Suiza, 2004) Actor británico que sumó a su trabajo primordial, por el que fue premiado por la Academia de Hollywood, el de directivo, escritor de guiones y productor de múltiples películas resaltadas y de varias series, tareas que supo compaginar con su tarea de escritor y con otras vertientes de su talento.
Peter Alexander Ustinov nació en Swiss Cottage, vecindario de la región de Hampstead, en Londres, el 16 de abril de 1921. Fue el único hijo del matrimonio del escritor y periodista ruso Jona Ustinov, nacionalizado alemán tras escapar de Rusia tras el triunfo de la revolución bolchevique (aparentemente, era oficial del ejército del zar, de religión protestante, y se negó a ingresar en la Iglesia ortodoxa), y de la diseñadora de tendencia Nadia Benois, de origen francés, quien se reunió con su marido en Inglaterra un par de meses antes del nacimiento del bebé.
Como apuntó nuestro actor en una de sus autobiografías, Dear me (1973), fue concebido en San Petersburgo, bautizado en una aldea próxima a Stuttgart y criado por nodrizas de Alemania, Camerún y también Irlanda, lo que, sumado a los antepasados suizos, franceses, italianos, egipcios y etiopes que aseguraba tener, podría justificar su sencillez para charlar muchos lenguajes y, probablemente, su elocuencia. A los tres años ahora hacía imitaciones de los políticos de su época frente a un huésped insigne: el entonces emperador de Etiopía Haile Selassie, amigo de sus progenitores.
Educado en la Westminster School, a los dieciséis años empezó a estudiar en el London Theatre Studio, la escuela de interpretación apuntada por George Devine y Michel Saint-Dennis que adoptaba los métodos mucho más modernos de la época, y a los diecisiete ahora comenzó a accionar en las gacetas de The Players Theatre Club con sketches escritos por él mismo.
Con diecinueve escribió su primera obra, Fishing for shadows, y comenzó con ella en el teatro. Tras mostrarse como figurante y en un corto, logró su primer papel esencial en el cine en Mein Kampf: My crimes (1940). Elogiado por la crítica mucho más influyente, la conquistó completamente con sus siguientes trabajos, tanto en la pantalla, en One of our aircraft is missing (1941), como en el ámbito, con Blow your own trumpet (1942).
Las mil facetas de un actor de gran lujo
El largo servicio militar a lo largo de la Segunda Guerra Mundial, en el Royal Sussex Regiment y el Royal Army Ordenance Corps, en el que estuvo a las órdenes de un oficial llamado David Niven, lo separó del espectáculo, pero no completamente, en tanto que en las filas del ejército británico se inició como escritor de guiones de un drama bélico que llevó a la pantalla Carol Reed y protagonizó Niven, The way ahead (1944).
Tras el objetivo de la contienda, rodó su primer título como productor, escritor de guiones, directivo y actor, School for secrets (1946), cuyos papeles estelares ofreció a Richard Attenborough y Ralph Richardson. Sus años dorados llegaron con las décadas de los cincuenta y sesenta.
A partir de su excéntrico Nerón de Quo Vadis?, que en 1951 le valió un Globo de Oro y el paso inicial hacia la popularidad mundial, participó en una extendida serie de películas que aumentaron su popularidad: Beau Brummel (1954), de Curtis Bernhardt; Sinuhé, el egipcio (1954) y No somos ángeles (1955), las dos de Michael Curtiz; la simbólica Lola Montes (1955), de Max Ophüls; la adaptación cinematográfica de su obra, Romanoff y Julieta (1961), que asimismo dirigió, de la misma la versión de la novela de Herman Melville Billy Budd, llamada en España La fragata infernal (1962), o Lady L (1965), donde dirigió a Paul Newman, y Los comediantes (1967), de Peter Glenville, donde coincidió otra vez con su viejo popular David Niven.
Los 2 Oscars que consiguió como el enorme actor secundario que fue -uno por la mítica Espartaco, de Stanley Kubrick, en 1961, y el segundo por la inverosímil Topkapi, de Jules Dassin, en 1965, aparte de otras tantas candidaturas por Quo vadis? (1951), de Mervyn LeRoy, y por el guion original de Un cerebro millonario (1968)- no lograron eclipsar la diversificada y trascendente actividad artística y popular de este hombre múltiple que trabajó desde la adolescencia hasta unas semanas antes de su muerte, ahora octogenario. Todas estas películas, además de los 2 títulos por los que ganó el Oscar, lo obligaron como un secundario «de mucho lujo», uno de esos actores inconfundibles que dan brillo a cualquier papel y en ocasiones resultan recordables.
Más allá de que jamás abandonó su trayectoria cinematográfica y también intervino en múltiples grabes importantes, entre ellos los que lo identificaron con Hércules Poirot, el detective belga desarrollado por Agatha Christie, de los que Muerte en el Nilo (1978), de John Guillermin, fue el de mayor éxito, u otras películas de diferente signo, como la francesa Un taxi malva (1977), de Yves Boiset; la habitante de Estados Unidos El aceite de la vida (1992), de George Miller, o el mucho más reciente biopic germano Lutero (2003), en el que fue Federico el Sabio, en las últimas décadas de su historia Ustinov desarrolló más que nada una ingente tarea televisiva, ahora como escritor de guiones, actor y directivo de series y telefilmes (Jesús de Nazaret, The life of Samuel Johnson), ahora como presentador, o como narrador, caso de la triunfadora producción de la BBC La Rusia de Peter Ustinov o su último trabajo en este medio, Winter solstice (2003), una miniserie donde se interpretó a sí mismo.
También hombre de letras
De forma simultánea se dio a entender en otras facetas. Como hombre de letras, con la publicación de sus 2 autobiografías -la segunda fue Mi Rusia (1983)-, la mayor parte de sus guiones cinematográficos y proyectos de teatro (El amor de los 4 coroneles, La casa de las lamentaciones, La décima de Beethoven, Romanoff y Julieta), múltiples ensayos de temática diversa y otros muchos volúmenes de cuentos -Un poco de compasión, Las fronteras del mar- y novelas -Los perdedores (1961), Krumnagel (1971), El viejo y mister Smith (1990)-, aparte de libros de viajes como Ustinov in Russia (1987). Y como músico, tanto como directivo de orquesta como de ópera en diferentes niveles -el Covent Garden de Londres, la Ópera de Hamburgo, el Festival de Edimburgo-, e inclusive como barítono, en El matrimonio misterio, de Cimarosa, en la Ópera de París.
Ustinov se casó tres ocasiones. La primera tras su debut como actor, en 1940, con Isolde Denham, hermanastra de la actriz Angela Lansbury, y madre de su hija Tamara; se divorciaron en 1950. La segunda, en 1954, con la actriz canadiense Suzanne Cloutier, con la que tuvo sus otros tres hijos, Pavla (que exactamente la misma Tamara es actriz y escritor de guiones de televisión), Igor y Andrea; el matrimonio se deshizo en 1971. Al año siguiente contrajo matrimonio con la francesa Hélène du Lau d’Allemans, con quien desde ese momento radicó en Suiza, donde recibió sepultura.
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Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son en todos los casos imprescindibles, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de alguien como Peter Ustinov, que detentó su significación en una época concreta, es vital intentar ofrecer una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
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