Natalie Wood

Ya sea inspirando a más seres humanos o formando parte de la acción. Natalie Wood es una de las personas cuya vida, en verdad, merece nuestra consideración por el grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Natalie Wood es comprender más sobre periodo preciso de la historia del ser humano.

Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la trascendencia que tuvo Natalie Wood en la historia. La forma en que vivió y lo que hizo en el tiempo en que estuvo en el mundo fue determinante no sólo para aquellas personas que conocieron a Natalie Wood, sino que a lo mejor legó una huella mucho más insondable de lo que logremosfigurar en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Natalie Wood de modo personal.Natalie Wood fue uno de esos seres humanos que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Las biografías y las vidas de personas que, como Natalie Wood, seducen nuestro interés, tienen que valernos siempre como punto de referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Intentar comprender la biografía de Natalie Wood, el motivo por el cual Natalie Wood vivió como lo hizo y actuó del modo en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos impulsará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que se mueve, de forma inexorable, la historia.

Vida y Biografía de Natalie Wood

(Natasha Gurdin; San Francisco, 1938 - isla de Santa Catalina, 1981) Actriz de cine estadounidense. Hija de un banquero de origen ruso y una bailarina de ballet francesa, recibió enseñanzas de baile desde muy temprana edad. Con solo cinco años apareció por vez primera en el cine en Happy land (1943), de Irving Pichel, rodada en la ciudad californiana de Santa Rosa donde radicaba con su familia. Tres años después exactamente el mismo directivo la escogió para un pequeño papel al lado de Orson Welles y Claudette Colbert en Mañana es vivir (1946).

El enorme éxito de la película De ilusión asimismo se vive (1947), de George Saetón, la transformó en estrella infantil. En este tradicional navideño, Natalie Wood dio vida a la incrédula Susan Walker, amiga del hombre que asegura ser Santa Claus, interpretado por Edmund Gwenn. Al opuesto que la mayor parte de los actores y actrices infantiles, continuó haciendo un trabajo a lo largo de su adolescencia y su transición a papeles mucho más maduros no le resultó traumática.

Rebelde sin causa (1955), de Nicholas Ray, le dio su primera nominación al Oscar como mejor actriz de reparto y entre los enormes papeles de su trayectoria, la joven Judy, novia del joven rebelde interpretado por James Dean. Este drama juvenil consiguió un destacable éxito y produjo con el tiempo un auténtico culto, más que nada cerca de Dean, fallecido prematuramente en incidente de tráfico. Rebelde sin causa marcó el paso de Natalie de estrella infantil a actriz y le abrió las puertas de las considerables producciones de Hollywood.

Poco tiempo después intervino en Centauros del desierto (1957), de John Ford, otra obra reivindicada con el pasar de los años, en especial por directivos de generaciones siguientes como Steven Spielberg. En esta pieza maestra del cine del Oeste, Wood interpretó a la chavala raptada por los indios, que es objeto de una enloquecida búsqueda por la parte de su tío, John Wayne, en una de sus mejores interpretaciones.

En 1957 se casó por vez primera con el actor Robert Wagner. Consolidada en Hollywood como de las mejores actrices de principios de los años sesenta, apareció en un óptimo número de películas, entre aquéllas que recalcaron el drama Los jóvenes caníbales (1960), de Michael Anderson, que protagonizó al lado de su marido Wagner, y Esplendor en la yerba (1961), de Elia Kazan, un tradicional del cine romántico en el que formó pareja con el principiante Warren Beatty. Fue indudablemente una de sus mejores interpretaciones, y supuso su segunda nominación al Oscar.

West Side Story (1961), de Robert Wise y Jerome Robbins, entre los mucho más enormes tradicionales del cine musical apoyado en la obra de Leonard Bernstein, marcó otro jalón en su trayectoria merced a su interpretación de María, papel semejante al de la personaje principal de Romeo y Julieta de Shakespeare, referente argumental del largometraje. En 1963 se divorció de Robert Wagner. Recibió su tercera nominación al Oscar por su trabajo en Amores con un extraño (1963), de Robert Mulligan.

Tras rodar Propiedad sentenciada (1966), de Sidney Pollack, se retiró del cine a lo largo de tres años. En 1969 se casó con el productor Richard Gregson, pero el matrimonio solamente duró un par de años. En junio de 1972 se casó nuevamente con Robert Wagner. Redujo su actividad cinematográfica de manera extremista a fines de los sesenta y principios de los setenta para ocuparse a su familia.

Solo apareció de manera ocasional en pequeños papeles y en televisión, medio en el que recalcaron sus visualizaciones en la adaptación de la obra de Tennessee Williams La gata sobre el tejado de cinc, que protagonizó al lado de Robert Wagner y Laurence Olivier. A principios de los años ochenta regresó a las pantallas con Proyecto Brainstorm (1981), un ambicioso thriller de ciencia-ficción comandado por Douglas Trumbull. Falleció en situaciones aún no completamente esclarecidas cerca de la isla de Santa Catalina, en California, como consecuencia de un incidente de navegación del yate de Robert Wagner. Proyecto Brainstorm, su última película, fue estrenada un par de años después y se transformó en un deficiente homenaje a de las mejores actrices de la década de los sesenta.

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Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son siempre importantes, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de alguien como Natalie Wood, que detentó su trascendencia en una época determinada, es imprescindible procurar brindar una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.

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