Kirk Douglas

La historia de la civilización la escriben los hombres y mujeres quea lo largo del tiempo, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han ocasionado quela civilización, de una forma u otra,progrese.

Ya sea inspirando a otros seres humanos o formando parte de la acción. Kirk Douglas es una de esas personas cuya vida, en verdad, merece nuestra consideración por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de Kirk Douglas es comprender más sobre una época concreta de la historia de la humanidad.

Vida y Biografía de Kirk Douglas

(Issur Daniélovich Demsky; Amsterdam, Nueva York, 1916 - Beverly Hills, California, 2020) Actor de cine estadounidense, entre los nombres míticos del drama del Hollywood tradicional. El hijo del trapero, como acostumbraba a presentarse con orgullo, logró su debut en Broadway en 1941, pero tras interpretar pequeños papeles se alistó en el ejército para batallar en la Segunda Guerra Mundial. En 1945 volvió a Broadway con papeles cortos, y trabajó en la radio antes de pasar al cine el año siguiente, ahora con el nombre artístico de Kirk Douglas. En 1949 se consagró como estrella de primera línea con la convincente interpretación de un boxeador sin escrúpulos que se abre paso hacia la cima en El ídolo de barro. Era el género de personaje que mejor interpretaría en los próximos grabes: insolente, egoísta, con pasión, fuerte y egocéntrico. Fue nominado al Oscar por El ídolo de barro, Cautivos del mal y El orate del pelo colorado. En 1955 creó su productora, con la que causó tanto sus películas como las de otros, y a inicios de los años 70, en el momento en que aún interpretaba papeles personajes principales, se embarcó en la dirección cinematográfica.

Nativo de una humilde familia de emigrantes, Kirk Douglas estudió en la Universidad de St. Lawrence entre 1935 y 1939. Tras licenciarse en Artes, ingresó en la Academy of Dramatic Arts, donde estudió interpretación a lo largo de un par de años. En 1943 se casó por vez primera con Diana Hill, de la que se divorció en 1951 y con quien tuvo 2 hijos: Joel y el asimismo actor y productor Michael Douglas. Mientras asistía a las clases de interpretación empezó su trayectoria como actor en proyectos de apasionados en Nueva York y Pensilvania y como instructor de teatro en el House Settlement, en el vecindario de Greenwich.

En 1941 comenzó en Broadway con la obra Spring Again. Entre sus primeras proyectos en el teatro resalta la llamada Las tres hermanas, donde hace aparición bajo el seudónimo de George Spelvin Jr. Durante la Segunda Guerra Mundial se alistó en la marina y llegó a lograr el nivel de teniente, y fue al terminar el enfrentamiento en el momento en que comenzó en el cine, dando vida al amargado marido de Barbara Stanwyck en el drama comandado por Lewis Milestone El extraño amor de Martha Ivers (1946).

Su segundo papel en la pantalla grande le llegó en Regreso al pasado (1947), de Jacques Tourneur. Ese mismo año firmó un contrato de cinco años con el productor sin dependencia Hal B. Wallis, pero lo rompió solamente un año después. En El ídolo de barro (1949), de Mark Robson, tuvo su primer papel personaje principal, con el que dio a comprender su vigoroso físico y el característico hoyuelo de su barbilla. Interpretaba a un boxeador cuyo carácter se amoldaba a la perfección a las peculiaridades de su personalidad cinematográfica: ambicioso, luchador y sin bastantes escrúpulos. Con este largometraje logró su primera nominación al Oscar de la Academia.

Tras firmar un contrato en única para la Warner Brothers, protagonizó una secuencia de películas que afianzaron su situación en el estrellato, como Young man with a horn (1950), biografía cinematográfica del trompetista de jazz Bix Beiderbecke apuntada por Michael Curtiz y donde Douglas compartía letrero con Lauren Bacall y Doris Day. Uno de sus primeros enormes individuos fue el del periodista Chuck Tatum en El enorme carnaval (1951), de Billy Wilder, que retrasa el salve de un hombre enterrado en una gruta para hallar su enorme informe y recobrar el prestigio perdido.

En Cautivos del mal (1952), de Vincente Minnelli, agregaba un toque de sofisticación a la línea de sus individuos duros y también inflexibles, en un papel por el que consiguió su segunda nominación al Oscar; interpretaba al productor de cine Jonathan Shields, que manipula y prácticamente destroza las vidas de sus mucho más directos ayudantes (su directivo, su escritor de guiones y su estrella, interpretada por Lana Turner) para hallar los más destacados desenlaces artísticos.

Minnelli se transformó en entre los directivos escenciales de su trayectoria: los dos volvieron a ayudar en El desquiciado del pelo colorado (1956), biografía del pintor Vincent van Gogh por la que Douglas, en una de sus enormes interpretaciones, consiguió su tercera nominación al Oscar, tal como el premio de la crítica de Nueva York. Anthony Quinn le acompañaba interpretando a su amigo, el asimismo pintor Paul Gauguin. Dos semanas en otra localidad (1962) fue la tercera y última de las colaboraciones del directivo y la estrella. Ambientada en el planeta del cine, Douglas da vida en ella de manera excepcional a un actor en caída que pelea desesperadamente por una última ocasión.

En 1954 Kirk Douglas se casó con Anne Badyens, con quien tuvo 2 hijos, Peter y Eric. Durante los años cincuenta interpretó, bajo las órdenes de varios de los mejores directivos actualmente, una secuencia de papeles que forjaron su historia de historia legendaria como actor y le transformaron en entre los preferidos del público y la crítica a lo largo de este periodo. Brigada 21 (1951), largometraje policiaco dirigido William Wyler, o Río de sangre (1952), en el que trabajó bajo el mando de Howard Hawks, son 2 de los títulos que mucho más popularidad le valieron.

Su fuerza y carácter le hicieron resaltar en el western, género en el que meritan particular mención sus colaboraciones con el directivo John Sturges. La primera de ellas fue Duelo de colosos (1957), donde interpretaba a Doc Holliday en una revisión del mítico desafío en el O.K. Corral; en la segunda, El último tren de Gun Hill (1959), daba vida a un sheriff que persigue a los asesinos de su mujer india. También en el género del western protagonizó La pradera sin ley (1955), de King Vidor, donde interpretaba a un cowboy que pelea contra el acoso de la civilización y el vallado con alambre de los campos.

Si el papel que le dio Vincente Minnelli fue primordial en su trayectoria, no menos esencial resultó su colaboración con Stanley Kubrick. Senderos de gloria (1957) fue su primer trabajo en común. Escrita por nuestro Kubrick en colaboración con el enorme escritor de novelas policiacas Jim Thompson, su virulento anitimilitarismo impidió su producción hasta el momento en que Kirk Douglas se interesó en lo personal en el emprendimiento y decidió generarlo mediante su compañía, la Bryna Productions, disminuyendo su salario a novecientos mil dólares americanos, prácticamente una tercer parte de lo frecuente.

Senderos de gloria cuenta la historia del coronel Dax, enviado a lo largo de la Primera Guerra Mundial a una misión suicida y bombardeado a lo largo de la retirada por su artillería. Tres años después volvió a ayudar con Kubrick en Espartaco (1960). Douglas interpretaba al histórico líder ciervo Espartaco, que se levantó contra el poder de los amos en la Roma imperial; fue entre los enormes papeles de su trayectoria. Laurence Olivier y Tony Curtis completaban el reparto. En las dos películas interpretaba con su frecuente intensidad a un héroe de intención de hierro, un líder noble que padece en el final una injusta derrota.

En las películas producidas por Douglas resalta otro espectáculo épico, Los Vikingos (1962), de Richard Fleischer. Rodada en Europa y interpretada por Tony Curtis, Ernest Borgnine y Janet Leigh, aparte del propio Douglas, está entre las películas mucho más violentas películas de su filmografía. Durante los años sesenta, y merced a la situación de privilegio alcanzada en Hollywood, ejercitó un mayor control artístico y comercial sobre sus películas, muchas de ellas producidas por él mismo. En este periodo resaltó en especial Siete días de mayo (1964), de John Frankenheimer, donde interpretaba a un patriótico oficial de personalidad obscura que destapa un complot militar para deponer al presidente. Comenzó asimismo por esta temporada a trabajar esporádicamente en televisión.

Su fuerte personalidad le llevaba a chocar con frecuencia con los directivos; en los setenta decidió arriesgarse y empezar a regentar sus grabes. Debutó en esta faceta con Pata de palo (1973), que formó un sonoro fracaso. Entre su producción como directivo resaltó Los justos del Oeste (1975), western convincente y destructor en el que volvía a interpretar a un hombre egoísta y ambicioso.

Ninguno de los grabes protagonizados por Douglas desde los años setenta tuvo el encontronazo de sus precedentes películas; no obstante, el actor supo sostenerse como entre los intérpretes de primera fila de su generación. En los últimos años de carrera Kirk Douglas dedicó parte importante de sus energías a la producción, tal como a la escritura de su biografía, llamada El hijo del trapero y publicada en 1988.

En 1981 recibió la Medalla de la Libertad, brindada por el presidente de Estados Unidos, y en 1985 la Legión de Honor de la república de Francia, como reconocimiento a entre los mucho más enormes actores de la historia reciente del cine americano, con la capacidad de interpretar con igual intensidad héroes o villanos. En 1996, la Academia de Hollywood le concedió un Oscar por su trayectoria cinematográfica, y en 2001, el Festival de Cine de Berlín le entregó el Oso de Oro en reconocimiento al grupo de su trayectoria como actor. Dos años después, el patriarca del clan Douglas interpretó aún al lado de su hijo Michael It runs in the family.

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