Ya sea inspirando a otros o siendo parte de la actuación. Jean-François Lyotard es una de esas personas cuya vida, indudablemente, merece nuestra atención debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la vida de Jean-François Lyotard es conocer más acerca de etapa determinada de la historia de la humanidad.
Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la trascendencia que atesoró Jean-François Lyotard en la historia. La manera en que vivió y las cosas que hizo durante el tiempo que permaneció en este mundo fue determinante no sólo para aquellas personas que frecuentaron a Jean-François Lyotard, sino que quizá dejó una huella mucho más vasta de lo que podamosimaginar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Jean-François Lyotard en persona.Jean-François Lyotard ha sido uno de esos seres humanos que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Las biografías y las vidas de personas que, como Jean-François Lyotard, cautivan nuestra curiosidad, deben servirnos en todo momento como referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Jean-François Lyotard, el motivo por qué Jean-François Lyotard vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que se mueve, de forma inexorable, la historia.
(Versalles, 1924 - París, 1998) Filósofo francés. Colaborador del conjunto Socialismo o Barbarie, sus proyectos se encuadran en el freudomarxismo (Discurso, figura, 1971; A partir de Marx y Freud, 1973). Crítico de la razón ilustrada (La condición posmoderna, 1979), es asimismo creador de El entusiasmo (1986).
De capacitación fenomenológica, tras ejercer como instructor a lo largo de ciertos años en institutos y de entrenar el activismo político y teorético con el conjunto Socialismo o Barbarie, Jean-François Lyotard dio clases de filosofía como instructor ayudante en la Sorbona y en la Universidad de Nanterre. En su primera obra, La fenomenología (1954), entabló una polémica con las teorías semióticas y estructuralistas.
Lyotard criticó la supremacía que toda la tradición filosófica occidental desde Platón ha concedido al alegato. En Discurso, figura (1971) mostraba la presencia de un espacio alterno al discursivo-representativo: tenía que ver con un espacio figurativo en el que la fundamental transparencia de las imágenes que lo forman oponía resistencia a cualquier intento de traducirlas en términos discursivos y sociables. Esta irreductibilidad de lo figurativo, que surge con especial energía en el arte moderno, se encuentra relacionada con la necesidad de una exclusiva formulación del fenómeno de la modernidad.
A través del análisis de este fenómeno, a través de un pensamiento afirmativo apoyado en el deseo (Economía libidinal, 1974), se hace explícita su crítica a la teoría de Marx sobre la alienación que genera el capitalismo. De hecho, no tiene que ver con buscar una opción alternativa única a la incesante y progresiva desnaturalización generada por el capital, sino más bien de probar de qué manera, bajo este último, actúa una economía del deseo que da rincón a múltiples pulsiones.
Con La condición postmoderna (1979), superó este planteo: la época posmoderna se identifica por la caída de la legitimación de múltiples escenarios de vida mediante los "grands récits" y por la urgencia de una multiplicidad de idiomas irreducibles entre sí. A través de la elaboración de una teoría del lenguaje que se apoya en la constatación de la inconmensurabilidad de los múltiples juegos lingüísticos, llegó a proteger la necesidad de elaborar una exclusiva teoría del juicio de valores, partiendo de Kant como modelo. Otros títulos de su producción son A partir de Marx y Freud (1973), Instructions païennes (1977), Au just (1979, en colaboración con Thébaud), El conflicto (1983), El entusiasmo (1986) y Moralidades posmodernas (1993).
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Está claro que conocer en profundidad a Jean-François Lyotard es algo que está reservado a un grupo limitado de personas, y que pretender reconstruir quién y cómo fue la vida de Jean-François Lyotard es una especie de puzzleque a lo mejor consigamos reconstruir si colaboramos todos a la vez.
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Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son decididamente determinantes, ya que destacan la singularidad, y en el caso de la vida de alguien como Jean-François Lyotard, que tuvo su trascendencia en una época concreta, es vital procurar mostrar un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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