Jacques Bénigne Bossuet

La historia universal la escriben los hombres y mujeres quea lo largo de los siglos, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han originado quela sociedad, de una forma u otra,progrese.

Ya sea inspirando a otros o siendo parte de la actuación. Jacques Bénigne Bossuet es una de esas personas cuya vida, en verdad, merece nuestra consideración debido al grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Jacques Bénigne Bossuet es conocer más sobre etapa determinada de la historia de la humanidad.

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Vida y Biografía de Jacques Bénigne Bossuet

(Dijon, 1627 - París, 1704) Religioso, predicador y escritor francés. Discípulo de los jesuitas, fue arcediano en Metz. De regreso a París (1659) y entregado a la oratoria sagrada, su popularidad se extendió merced a sus sermones lúgubres, como el destinado a Ana de Austria (1667). En 1670 Luis XIV le nombró preceptor del delfín, a quien dedicó diez años de su historia y proyectos como el Discurso sobre la historia universal (1681). Concluida esta misión, fue nombrado obispo de Meaux (1681). Intervino en la Asamblea del clero, combatió la Reforma protestante y, oponiéndose a su amigo François Fénelon, intervino en la demanda del quietismo. Enemigo del teatro por considerarlo inmoral (lo criticó acerbamente en Máximas y medites sobre la comedia, obra de 1694), en el último periodo de su historia regresó a la predicación. Entre sus muchas proyectos se puede destacar, si bien inconclusa y editada tras su muerte, Política deducida de las propias expresiones de la Sagrada Escritura (1709).

Nativo de una clásico familia de jueces, J. B. Bossuet estudió con los jesuitas, y en 1650 se ordenó sacerdote en París y consiguió el título de doctor en Teología. Demostró sus destrezas de predicador en Metz y despertó el interés de San Vicente de Paúl, quien le encargó múltiples sermones y frases lúgubres. En 1669 fue nombrado obispo de Condom y en 1670 el rey Luis XIV le encargó la educación del delfín, heredero de la corona.

Siendo preceptor en la corte escribió ciertas de sus primordiales proyectos, como el Discurso sobre la historia universal (1681), donde explicó sus razonamientos para la construcción de una concepción providencialista de la historia. En 1681 recibió el ascenso de obispo de Meaux, y en 1697 el de Consejero de Estado. Buscó la unión de católicos y protestantes bajo el gobierno de un rey pensador católico y participó de las polémicas generadas en el seno del cristianismo. Muchos de sus contenidos escritos fueron empleados como referencia en las polémicas religiosas de la época; un caso de muestra es su Historia de las variantes de las Iglesias protestantes (1688).

Sus proyectos, de una prosa lírica y vehemente, muchas de ellas inspiradas en la elocuencia de Cicerón y San Agustín de Hipona, tienen dentro las Oraciones mortuorios de Enriqueta de Francia (1669), que forman un modelo del género, Política deducida de las propias expresiones de la Sagrada Escritura (1709) y Del conocimiento de Dios y de sí (1722).

Varios historiadores lo reconocen como uno de los más importantes teóricos del sistema político del Antiguo Régimen o monarquía absoluta de derecho divino, cuyos conceptos dominaron la teoría política del siglo XVII en toda Europa y se sostuvieron hasta la época de la Revolución Francesa. El ideario de Jacques Bénigne Bossuet defendía la igualdad entre todos y cada uno de los hombres, pero comprendía que la única forma de asegurar la paz y la seguridad era la implantación de un Estado gobernado por un rey cuya autoridad le era dada por Dios, y en quien los hombres debían poner su derecho natural a regirse.

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