Fernando de la Rúa

Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la relevancia que atesoró Fernando de la Rúa en la historia. La forma en que vivió y aquello que hizo en el tiempo en que estuvo en el mundo fue determinante no sólo para las personas que trataron a Fernando de la Rúa, sino que tal vez legó una huella mucho más vasta de lo que logremossospechar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Fernando de la Rúa de forma personal.Fernando de la Rúa ha sido una de esas personas que, por alguna causa, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Conocer lo bueno y lo malo de las personas significativas como Fernando de la Rúa, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo fundamental para que seamos capaces de valorar no sólo la vida de Fernando de la Rúa, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Fernando de la Rúa, gentes a quienes de de una forma u otra Fernando de la Rúa influenció, y por supuesto, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Fernando de la Rúa.

Las biografías y las vidas de personas que, como Fernando de la Rúa, seducen nuestro interés, deben ayudarnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por entender la biografía de Fernando de la Rúa, el motivo por qué Fernando de la Rúa vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que avanza, de forma inevitable, la historia.

Vida y Biografía de Fernando de la Rúa

(Córdoba, Argentina, 1937 - Loma Verde, 2019) Político argentino, presidente de la república argentina entre 1999 y 2001. Fernando de la Rúa Bruno nació en Córdoba el 15 de septiembre de 1937, hijo de Antonio de la Rúa y Eleonor Bruno, una familia de clase media ilustrada. Su abuelo paterno fue un emigrante gallego que logró fortuna y su padre ejercitó la abogacía en Córdoba y llegó a presidente del Tribunal Supremo de la provincia homónima.

Estudió el bachillerato en el Liceo Militar General Paz y se licenció en derecho con las máximas puntuaciones a los veintiún años por la Universidad de Córdoba, donde asimismo consiguió el doctorado con una proposición sobre el recurso de casación. Ejerció la abogacía en Córdoba y Buenos Aires y fue instructor de derecho procesal en la Universidad de Buenos Aires.

Desde su temporada universitaria estuvo afiliado a la Unión Cívica Radical (UCR). Se estrenó como asesor jurídico en el Ministerio del Interior a lo largo de la presidencia de Arturo Illia (1963-1966), en el momento en que su apariencia juvenil le valió el alias de Chupete. Fue escogido senador federal por Buenos Aires en el mes de abril de 1973, y en el mes de septiembre del mismo año figuró como aspirante a la vicepresidencia de la república en la candidatura encabezada por Ricardo Balbín, que resultó derrotada, con el 24,3 % de los votos, por la de Juan Domingo Perón.

Continuó como senador hasta el golpe para derrocar al gobierno que derribó a la presidenta María Estela Martínez de Perón, el 24 de marzo de 1976, y que estableció una dictadura castrense. El ala izquierda del radicalismo le recriminó una supuesta complacencia con los militares por haber asistido con estos a la inauguración del «museo de la subversión», en el que se exponían los elementos correspondientes a la guerrilla urbana. Pasó largas temporadas fuera de Argentina y dio charlas en universidades de Estados Unidos, México y Venezuela.

Restituida la democracia, en 1983 optó sin éxito a la candidatura presidencial de la UCR, que recayó en Raúl Alfonsín. Sin embargo, nuevamente fue escogido senador. Revalidó su escaño en el mes de mayo de 1989, pero debió cederlo en razón de un convenio del Colegio Electoral a favor de las minorías. Diputado (1991-1992), líder del conjunto extremista en la Cámara y nuevamente senador en 1992, vio como su trayectoria política experimentaba un cambio importante en el momento en que el 30 de junio de 1996 fue escogido jefe del gobierno (alcalde) de Buenos Aires con el 39,9 % de los sufragios. Era la primera oportunidad que los bonaerenses escogían de forma directa a su gobernador, cargo en cuyo desempeño Fernando de la Rúa adquirió reputación de honradez, minuciosidad, rigor jurídico en el estudio de los inconvenientes y correcta administración.

Si bien reconocido con el ámbito mucho más conservador del radicalismo, alcanzó un acuerdo electoral con el izquierdista Frepaso, con el que formó la Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación (ATJE). El 29 de noviembre de 1998 triunfó en las nuevas selecciones primarias para seleccionar un candidato a la presidencia de la república, en las que se impuso con el 63,3 % de los votos a la aspirante frentista, la miembro del senado Graciela Fernández Meijide.

En las selecciones de presidentes del 24 de octubre de 1999, la candidatura de la ATJE, dentro por Fernando de la Rúa y Carlos Álvarez, derrotó, con el 48,5 % de los sufragios, a la peronista de Eduardo Duhalde y Ramón Ortega. En las legislativas parciales festejadas exactamente el mismo día, la ATJE fue la fuerza mucho más votada (43,6 %), con lo que superaba por vez primera en la Cámara de Diputados, con 124 escaños, al Partido Justicialista (peronista), si bien sin conseguir la mayor parte absoluta. De la Rúa cesó como gobernador de Buenos Aires y tomó posesión como presidente de la república el diez de diciembre del mismo año.

Su administración padeció un temprano deterioro por la continuada y profunda recesión económica y la frágil situación financiera. En agosto de 2000, la crisis llegó a las filas gubernativos por las graves acusaciones contra el poder ejecutivo sobre sobornos millonarios a miembros del senado peronistas y aliancistas para sacar adelante una polémica reforma del mercado de trabajo.

De la Rúa reajustó su gobierno, pero sin agradar a los incondicionales de depurar las responsabilidades políticas hasta sus últimas secuelas. Dimitieron Rodolfo Terragno, jefe del gabinete presidencial, y Fernando de Santibáñez, banquero integrante de la UCR y amigo personal del jefe del Estado, que dirigía los servicios de sabiduría. El vicepresidente de la república, Carlos Álvarez, abandonó el cargo, si bien negó que eso implicase la separación de la ATJE. De la Rúa quedó en una situación desairada.

Crisis profunda

El encono de la crisis económica, en un tiempo de creciente tensión política, forzó a Fernando de la Rúa a prescindir del ministro de Economía, José Luis Machinea, sustituido por el titular de Defensa, Ricardo López Murphy, el 2 de marzo de 2001. Este último presentó un plan de austeridad y fuertes recortes presupuestarios que fue rechazado por los sindicatos. Ante la amenaza de una huelga general, López Murphy fue destituido tras solo catorce días en el cargo.

El 20 de marzo, Fernando de la Rúa adoptó una resolución muy discutida al designar ministro de Economía, con extensos poderes particulares, a Domingo Cavallo, motor de la reforma que controló la inflación y estableció la paridad del peso con el dólar a lo largo de la primera presidencia del peronista Carlos Menem. Varios líderes del Frepaso expresaron su disgusto.

Cavallo logró un convenio en todo el mundo para renegociar la deuda, pero no resolvió los retos mucho más esenciales, relacionados con el recorte del gasto público, el aumento y la optimización de la fiscalidad y la reducción del colosal déficit. Por ello, el presidente de la república vio como su imagen padecía un nuevo desgaste al negociar en el mes de agosto con el FMI otro préstamo multimillonario para eludir la bancarrota, bajo unas condiciones severas que acentuaron instantaneamente los enfrentamientos sociales. A cambio de un crédito de 8.000 millones de dólares estadounidenses, el gobierno argentino se comprometió a utilizar un duro plan de ajuste, que asegurara «un desarrollo sostenible» y el pago de los intereses de la deuda externa, que ascendían a 130.000 millones de dólares americanos, el 45 % del producto interior salvaje (PIB) nacional.

Católico practicante y ferviente antiabortista, Fernando de la Rúa se casó en 1970 con Inés Pertiné, hija de un popular militar, con la que tuvo tres hijos: Antonio, Agustina y Fernando. Era un seguidor del aparato de fútbol Boca Juniors. Los observadores argentinos acostumbraban a resaltar sus visibles contradicciones: correspondiente al campo derechista de la UCR, fomentó la adopción de las leyes contra la discriminación y a favor de los indígenas; integrante del Jockey Club, clásico reducto de la oligarquía porteña, no vaciló en aliarse con los izquierdistas del Frepaso.

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Está claro que llegar a comprender a Fernando de la Rúa es algo que se reserva a escasas personas, y que tratar de recomponer la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Fernando de la Rúa es una especie de rompecabezasque con bastante probabilidad logremos reconstruir si colaboramos todos en conjunto.

Debido a esto, si eres de esas personas que confían en que de forma cooperativa se puede elaborar algo mejor, y detentas información acerca de la existencia de Fernando de la Rúa, o en relación con algún particularidad de su figura u obra que no se contemple en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.

Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son siempre determinantes, ya que perfilan la diversidad, y en el tema de la vida de un ser como Fernando de la Rúa, que tuvo su significación en una época concreta, es imprescindible intentar mostrar un panorama de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.

Sin dudarlo, contacta con nosotros para relatarnos qué sabes tú acerca de Fernando de la Rúa. Estaremos muy contentos de perfilar esta biografía con más información.