Comprender las luces y las sombras de las personas significativas como Enrique Gaspar, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo básica para que podamos valorar no sólo la existencia de Enrique Gaspar, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Enrique Gaspar, personas a quienes de de una u otra forma Enrique Gaspar influyó, y desde luego, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Enrique Gaspar.
Las biografías y las vidas de personas que, como Enrique Gaspar, atraen nuestro interés, tienen que ayudarnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Tratar de comprender la biografía de Enrique Gaspar, porqué Enrique Gaspar vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo en su vida, es algo que nos impulsará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que avanza, de forma inexorable, la historia.
(Enrique Gaspar y Rimbau; Madrid, 1842 - Oloron, 1902) Dramaturgo español. Diplomático de carrera, publicó varios productos, poesías y narraciones en La Época, Blanco y Negro y La Ilustración Española y De america. Fueron originales las comedias en que llegó a proponer cuestiones de ética popular, como Las situaciones (1866) y Las personas aceptables (1890).
Enrique Gaspar practicó un teatro de orientación verdadera con un contenido de crítica popular que no fue del gusto del público. Hijo de una actriz, se estableció en Valencia con su familia tras contraer su madre matrimonio en segundas nupcias con el arquitecto Sebastián Monleón. Trabajó en las áreas de trabajo del marqués de San Juan, y desde 1870 emprendió la carrera diplomática y radicó en distintos países de europa y asiáticos.
Empezó su trayectoria con Corregir al que yerra (1860), obra ubicada en la línea de la comedia sainetesca de Manuel Bretón de los Herreros. Posteriormente desarrolló los puntos realistas y de censura popular en piezas como Las situaciones (1866), La levita (1868), Don Ramón y el señor Ramón (1869) y El estómago (1874), calificada esta última por la crítica de inmoral, ya que mantenía en ella la proposición de que las pretensiones del estómago son las que dictan los actos humanos. Su orientación renovadora no alcanzó el éxito a raíz del absoluto importancia de José Echegaray en la escena de españa actualmente.
En el campo de la narrativa preludió a H. G. Wells con El Anacronópete (1887), curiosa incursión en la ficción científica en que hace aparición una máquina del tiempo. Escribió entonces el drama burgués Las personas aceptables (1890). En la última etapa de su producción, Enrique Gaspar y Rimbau adoptó un nuevo rumbo influido por el teatro de Henrik Ibsen, como se siente en sus proyectos La huelga de los hijos (1893) y La eterna cuestión (1895).
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Sin duda alguna descubrir en lo más recóndito a Enrique Gaspar es algo que se reserva a muy pocas personas, y que pretender reconstruir la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Enrique Gaspar es una suerte de enigmaque tal vez alcancemos a rehacer si contribuimos todos juntos.
Por esta razón, si eres de las personas que confían en que de forma cooperativa se puede elaborar algo mejor, y tienes información acerca de la existencia de Enrique Gaspar, o acerca de algún matiz de su personalidad u obra que no se contemple en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son siempre fundamentales, ya que destacan la singularidad, y en el caso de la vida de una persona como Enrique Gaspar, que tuvo su trascendencia en una época concreta, es indispensable intentar mostrar una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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