Las biografías y las vidas de personas que, como Elena Salgado, cautivan nuestra atención, deben servirnos siempre como referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Tratar de comprender la biografía de Elena Salgado, el motivo por qué Elena Salgado vivió como lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que avanza, de forma inevitable, la historia.
(Ourense, 1949) Economista y política de españa. Tras desarrollar una amplia y extensa carrera en diferentes cargos de la administración del estado, en 2004 fue nombrada ministra de Sanidad y Consumo del gabinete socialista constituido por José Luis Rodríguez Zapatero. El diez de abril de 2008, tras la reelección de Rodríguez Zapatero, aceptó la cartera de Administraciones Públicas, y un año después, el 7 de abril de 2009, reemplazó a Pedro Solbes adelante del Ministerio de Economía y Hacienda, cargo que desempeñó hasta el desenlace de la legislatura.
Ingeniera industrial por la Escuela Técnica Superior de Madrid y diplomada en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense, Elena Salgado completó su capacitación académica con un máster sobre métodos cuantitativos de administración. En la década de los años setenta dio sus primeros pasos expertos en el departamento de economía y finanzas de la Escuela de Organización Industrial y, entre 1982 y 1984, fue directiva del departamento de estudios del Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa del Ministerio de Industria.
En la primavera de 1984, y tras trabajar en la reorganización del Ministerio de Defensa, aceptó la Subdirección General de Análisis y Coordinación de la Dirección General de Gastos de Personal del Ministerio de Economía y Hacienda. Un año después fue nombrada directiva general del Departamento de Costes de Personal y Pensiones Públicas con el encargo concreto de cambiar el sistema retributivo del funcionariado español. En este periodo de tiempo fue vocal de los consejos de administración de ciertas compañías y también instituciones de titularidad pública, como Renfe, Hunosa o la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
En 1991 el consejo de ministros acordó su ascenso como asesora general de comunicaciones del entonces Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente (MOPTMA). Durante su administración se pusieron en marcha las bases del desarrollo de liberalización del ámbito de las telecomunicaciones en España. En esos años encabezó los consejos de administración de Correos, Hispasat y Retevisión y fue gerente del estado en el Consejo de Telefónica.
En enero de 1996, Elena Salgado fue nombrada presidenta del Patronato de la Fundación Teatro Lírico. Este órgano, cuya finalidad era administrar el Teatro Real de Madrid, había sido desarrollado por un convenio entre la administración central y la autonómica, representadas respectivamente entonces por la ministra de cultura Carmen Alborch y el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Su permanencia en el cargo fue asombrosamente corto: tras el triunfo de los populares en las selecciones legislativas de marzo, Salgado fue depuesta por la novedosa ministra de educación y cultura, Esperanza Aguirre.
Elena Salgado presentó un recurso contra el cese en los tribunales, pero su demanda fue rechazada y optó por buscar acomodo profesional en el campo privado. En esta novedosa etapa desempeñó trabajos ejecutivas y de asesoría: primero como directiva de Lenci Consulting; después, como consejera encargada en la firma Vallehermoso Telecom; y, por último, como presidenta de la filial de españa de la internacional alemana Telegate y integrante del consejo de administración de Abertis Telecom.
En marzo de 2004, nuevamente con los socialistas en el poder, Salgado regresó a la vida pública para admitir el encargo de José Luis Rodríguez Zapatero de ponerse adelante del Ministerio de Sanidad. Prometió el cargo el 18 de abril, transformándose en la quinta mujer que ocupaba la cartera sanitaria en los gobiernos de España, tras sus precursoras Federica Montseny, a lo largo de la II República, Ángeles Amador, en la etapa socialista, y Celia Villalobos y Ana Pastor, a lo largo de los gabinetes populares. Salgado era entre las figuras resaltadas de un gabinete en el que, por vez primera en España, el número de ministras era superior al de ministros. De su etapa en la cartera de Sanidad resaltó la promulgación y también implantación de la ley antitabaco.
Tras la reelección en 2008 de Rodríguez Zapatero, Elena Salgado aceptó la cartera de Administraciones Públicas. En la primavera de 2009, la renuncia de Pedro Solbes dio sitio a una rehabilitación del gobierno socialista; en un contexto de aguda crisis económica, Zapatero le confió exactamente el Ministerio de Economía y Hacienda que dejaba Pedro Solbes, cartera que aceptó el 7 de abril de 2009. Autora de un óptimo número de estudios sobre composición económica y remuneración, Elena Salgado está en posesión de la Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar con propio blanco y de la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil.
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