Ya sea inspirando a más seres humanos o siendo una pieza esencial de la acción. Blas Cabrera es uno de esos seres humanos cuya vida, en efecto, merece nuestro interés debido al grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la biografía de Blas Cabrera es comprender más sobre una época concreta de la historia del género humano.
Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la trascendencia que detentó Blas Cabrera en la historia. La forma en que vivió y aquello que hizo durante el tiempo que permaneció en la tierra fue determinante no sólo para aquellas personas que frecuentaron a Blas Cabrera, sino que a caso produjo una huella mucho más insondable de lo que podamossospechar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Blas Cabrera de forma personal.Blas Cabrera fue uno de esos seres humanos que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Las biografías y las vidas de personas que, como Blas Cabrera, atraen nuestra curiosidad, tienen que servirnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Blas Cabrera, el motivo por el cual Blas Cabrera vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a vislumbrar mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que avanza, de forma inevitable, la historia.
Vida y Biografía de Blas Cabrera
(Blas Cabrera y Felipe; Arrecife de Lanzarote, 1878 - Ciudad de México, 1945) Físico español. Estudió el bachillerato en La Laguna y se licenció en ciencias físico-matemáticas en la Universidad de Madrid. En 1901 se doctoró con una proposición Sobre la variación diurna de la ingrediente horizontal del viento, instante desde el como empezó a investigar sobre las características de los electrólitos, la resistencia de la manganina y sobre la variación de la resistencia del níquel y del hierro en el seno de un campo imantado, trabajos cuyos desenlaces fueron publicados en los Anales de la Sociedad Española de Física y Química.
Próximamente comentó a especializarse en el estudio de las características imantadas de la materia, tema al que dedicó prácticamente toda su historia de estudioso. En 1905 consiguió por oposición la cátedra de electricidad y magnetismo de la Universidad de Madrid. Algunos años después, en 1910, la Junta para Ampliación de Estudios creó el Laboratorio de Investigaciones Físicas, cuya dirección se le dio a Cabrera. Como directivo del laboratorio, contribuyó sensiblemente a impulsar la investigación física en España.
En 1912 consiguió una pensión de la citada Junta para conocer distintos laboratorios de Europa y seguir sus indagaciones sobre el magnetismo. En mayo del mencionado año llegó a Zurich, donde trabajó en el laboratorio de física del Politécnico, que dirigía Peter Weiss. En este laboratorio efectuó indagaciones sobre el magnetismo, particularmente de magnetoquímica, en colaboración con Enrique Moles y Ormella.
Visitó, además de esto, los laboratorios de física de las Universidades de Ginebra y Heidelberg y la Oficina Internacional de Pesas y Medidas en París. A su regreso a España puso en práctica en el Laboratorio de Investigaciones Físicas las técnicas aprendidas en Zurich, con diferentes variaciones y perfeccionamientos, y continuó sus trabajos de magnetismo, varios de ellos completados en colaboración con el mencionado Moles, Arturo Duperier y otros estudiosos.
Entre 1910 y 1934 Cabrera publicó en torno a ciento diez trabajos. Contribuyó al conocimiento del campo imantado de Hund y Van Ulleck, estableció la ley que regula las variantes que experimentan en la tabla periódica de los elementos los instantes imantados de los átomos de la familia del hierro ("curva de Cabrera"), y dio una interpretación teorética de exactamente la misma. Modificó además de esto la ley de Curie-Weiss para las tierras extrañas, dedujo una ecuación para el instante imantado del átomo introduciendo el efecto de la temperatura y mejoró varios gadgets experimentales.
Además de su esencial tarea como estudioso y como motor de la investigación teorético en fase de prueba en España, Cabrera desarrolló asimismo una notable labor de introductor y difusor de las modernas teorías físicas. En 1908, en el Primer Congreso de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias, Cabrera dio una charla sobre "La teoría de los electrones y la constitución de la materia". En esta charla explicó por vez primera en España el ensayo de Michelson-Morley (efectuado por los físicos estadounidenses Albert Michelson y Edward Morley), logró una crítica del "arrastre del éter", exponiendo su contradicción con el ensayo de Bradley, y explicó la hipótesis de contracción de Lorentz-Fitzgerald y la significación de las ecuaciones de transformación de Hendrik Lorentz.
En 1910, Cabrera ingresó en la Academia de Ciencias de Madrid pronunciando un alegato sobre "El éter y sus relaciones con la materia en reposo", en el que examinó la función que el término de éter desempeñaba en la física, sometiendo a crítica esa noción; en 1912 publicó en la Revista de la Academia de Ciencias de Madrid un trabajo que se titula "Principios escenciales del análisis vectorial en el espacio de 3D y en el Universo de Minkowsky". En este producto Cabrera expuso las bases de la teoría de la relatividad particular.
Este año, 1912, Esteban Terradas publicó una reseña gran del libro de Max von Laue que se titula Das Relativitätsprincip, aparecido el año previo. Con estos trabajos Cabrera y Terradas anunciaron en España la teoría de la relatividad. Años después, en 1923, nuestro Cabrera publicó un libro que se titula Principios de relatividad, destinado a la relatividad particular y general.
La tarea de Cabrera y de otros científicos, como Miguel Catalán y Julio Palacios, impulsó la creación en 1932 del Instituto Nacional de Física y Química, con el apoyo de una donación de la Fundación Rockefeller, centro del que después sería nombrado directivo. Además de los distintos congresos y asambleas científicas de todo el mundo en los que participó como encargado de España, Cabrera era integrante de la Oficina Internacional de Pesas y Medidas (de la que fue secretario general), integrante pertinente de la Academia de Ciencias de París y, desde 1928, formaba una parte del Consejo científico del Instituto Internacional de Física Solvay (la iniciativa fue llevada a cabo por Marie Curie y Albert Einstein).
En España fue rector de la Universidad de Madrid, presidente de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, integrante de la Sociedad Española de Física y Química y integrante (desde 1936) de la Academia Española. Tras la guerra civil, Cabrera, como muchos otros científicos españoles, debió exilarse y se trasladó a México donde, desde 1941 hasta su muerte fue instructor de la facultad de la ciudad más importante.
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Está claro que llegar a comprender a Blas Cabrera es algo que se reserva a muy pocas personas, y que pretender reconstruir la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Blas Cabrera es una suerte de enigmaque probablemente consigamos rehacer si contribuimos todos juntos.
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Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son siempre determinantes, ya que perfilan la diversidad, y en la ocasión de la vida de un ser como Blas Cabrera, que detentó su trascendencia en un momento concreto de la historia, es fundamental tratar de ofrecer un panorama de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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